Al fin, y al cabo, soy feliz.

Y no soy perfecta, soy una persona, intento dar siempre lo mejor de mí, pero, siendo realista nunca lo hago.

Intento decir lo que pienso, pero también se morderme la lengua cuando debo.

Intento demostrarle a las personas que quiero lo que me importan.

Puedo ser la mejor amiga, y también la peor.

Aunque parezca extraño, siempre lo estropeo todo con las personas que me importan de verdad.

Puedo parecer muy fuerte, pero en realidad soy débil como una pluma.

Puedo  parecer que no me importa, pero en realidad, me muero por dentro.

Puedes creer que este bien, cuando necesite que vengas, y me digas, que todo se mejorará.

Soy de esas que prefieren el silencio y que me abraces, a diez mil disculpas.

No me considero una chica normal, ya que tengo más defectos que virtudes, y además la esa palabra me resulta aburrida.

No quiero llamar la atención, pero si me gusta que se me note, cuando es necesario.

No me digas tantas veces que me quieres, si luego no vas a venir a demostrarlo.

Me enamoro de quien no debo, y de quién mas daño me hace.

Si hablo mal de ti a las espaldas, no sufras, no tardaré en decírtelo a la cara.

Algunas veces me cuesta dejar mi orgullo alado, pero es porque tengo miedo de que me hagan daño.

No es que pase de ti, es que no me importas.

Que confíe en ti? Confías tú de ti misma? 

No me critiques  cuando tu haces lo mismo.

Que soy falsa? Entonces, es que no me conoces.

Tengo millones de amigas, pero solo tres para toda la vida.

Odio los para siempre, ya que no existen, pero me gustan que las personas me lo digan, por lo menos tienen interés en mi.

No me considero guapa, pero venga, a todo el mundo nos gusta que nos lo digan.

Si me buscas, me encontrarás en algún lugar donde la música entre por mis oídos y la preocupaciones no existan.

Soy demasiado fuerte, si no esto no lo podría superar.

Y no soy perfecta, pero si para algo sirvo es para demostrar, que nadie me pisotea.

Y al fin y al cabo no me puedo quejar, puedo decir, que soy feliz.