Y quitó un mechón de su pelo y, se lo colocó tras la oreja.
Rozó los dedos delicadamente por el cuello mientras sentía como sus labios húmedos acariciaban el cuello a la vez.
Y al terminar el beso, le susurró un 'me encantas'.
Y entonces abrió los ojos, y vió como sus ojos estaban húmedos y el frío de aquel mes de Febrero no era nada al lado de lo que por dentro sentía.
Allí estaba otro domingo más, en aquel banco, pero esta vez, sola.
Y realmente sentía que necesitaba estar en ese sitio y recordarlo todo, recordarlo.
Cada día dolía un poco menos, y a la vez cada vez le recordaba mas.
Pero ella lo que quería no era no recordarlo, quería volver a ese banco todos los domingos, pero quería que llegara un punto que solo sirviera como recuerdo, que después se levantara, se secara las lagrimas y fuera mas fuerte aún para luchar con otra semana más hasta el siguiente domingo.
Y ojalá pensó, ojalá eso ocurriera algún día, realmente sentía que lo necesitaba.
¿ Por que lo que mas daño nos hace es lo que mas queremos? Tantas veces al día se hacía esa pregunta, y tantas veces no encontraba respuesta...
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