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Sigo teniendo las palabras de la ultima conversación marcadas en la mente, y si, aún escuece recordarlo.
Pero aún mas escuece y duele saber que eres feliz, sin mí.
Que estúpida fui creyendo que me echarías de menos...
Te sigo viendo, observando, preguntando por ti en silencio, y sí, me dijeron que eres feliz aunque no me tengas.
Me dijeron que estas cumpliendo tus sueños, como yo te dije que me prometieras que ibas a hacer,
Y si, mis pensamientos se cumplieron, sigo después de tres meses sin ti y siento que me muero por decirte lo mucho que te echo de menos y te necesito.
Aunque tu no necesitarías escucharlo, por que en el fondo se que sabrás de sobra que te echo de menos, tantas veces te dije que te estabas convirtiendo en imprescindible para mí, que supongo que ahora te harás a la idea lo mal que estoy y lo que te echo en falta.
Y tu... bueno... no se te ve preocupado ni mucho menos creo que tengas interés en preocuparte en saber como estoy haciendo para pasar los días sin tu compañía.
No tienes ni la mas mínima idea de lo que es sentir que los días son unas 24 horas constantes, que hace tiempo que me importa muy poco el tiempo o la hora que sea... todo para mi es igual...
Que hace tiempo que me dejaron de importar el resto de cosas que no tengan que ver contigo...
Es vivir en una burbuja que solo tiene un único motivo, sobrevivir de los recuerdos.
Y esos son mis días, me encierro en mí, en los recuerdos que tengo, en la música que me recuerda lo que un día fuimos y hoy, soy yo, pero sin ti.
Te necesito cada día un poco más, y cada día te tengo un poco menos.
Vuelve.